La incontrolable cantidad de estrés que sufren millones de personas a diario relacionadas con sus respectivos puestos de trabajo hace años que generó una corriente de malestar o sensaciones incómodas comúnmente conocidas como “estar quemado de tanto trabajo”. Es una frase que escuchamos de forma cotidiana, y aunque normalmente llegue en forma de chascarrillo o queja informal, este puede ser un problema más grave de lo que aparenta. Y si no que le pregunten a las personas que sufren esta “nueva” enfermedad…

Acudiendo a la respuesta que todos estos ciudadanos necesitaban desde hace años, la Organización Mundial de la Salud ha prestado especial atención a estos síntomas y a las consecuencias que este trastorno tiene en la vida de los que la padecen. Y una vez ha analizado en profundidad la cuestión, ha decidido que es una tendencia lo suficientemente grave como para ser calificada y registrada como enfermedad específica dentro de su próxima Clasificación Internacional de Enfermedades, CIE-11. Esto tiene por objeto poder asistir mejor a todos los que sufran estos inconvenientes relacionados con su situación laboral (ya sea por exceso de trabajo, o por situación de desempleo).

Con el objetivo de aumentar la visibilidad y la concienciación de un trastorno que puede ser crónico, la OMS reconocerá estos casos y asistirá con mejores y más facilidades que puedan ayudar a paliar los síntomas mediante terapias, gestión de bajas laborales u otras concesiones de incapacidad; algo más que necesario para “pacientes” que sufren graves problemas de falta de identidad, de despersonalización de sus funciones diarias, numerosos daños emocionales o que tienen unos niveles de energía y rendimiento por los suelos.

Las consecuencias de este “burnout” se pueden comparar a las de cualquier otra depresión o problema emocional, que también traspasa las barreras del ámbito laboral y se adentra en la vida personal y en muchos otros aspectos cotidianos del que lo padece. La OMS ya llevaba años considerando esta opción, y debido a que los estudios estiman que el “síndrome del trabajador quemado” ya afecta a un 10% de los trabajadores activos, ha decidido incluirla por primera vez dentro de su lista para tratar esta cuestión de una forma activa y personalizada.

El registro de esta enfermedad en la lista de la OMS entrará en vigor en 2022, pero la decisión ya está tomada y es muy probable que desde ahora se preste más atención a estos casos de estrés laboral desmesurado, que es mucho más común de lo que algunos podían pensar… Los expertos apuntan que dentro de este porcentaje, la sobrecarga laboral afecta en particular a empleados que trabajan de cara al público, como pueden ser médicos, enfermeros, cuidadores o funcionaros de prisiones.

Además, en algunos países como España va a suponer un gran avance, ya que a pesar de la multitud de casos hasta el momento en muy pocas ocasiones estos sucesos se han abordado como temas relacionados con el ambiente laboral o que estuviesen causados por el ámbito profesional. Por lo que esto supondrá el comienzo de nuevos procesos legislativos que incorporen y traten estas cuestiones desde una perspectiva más adecuada.

Fuente: Yahoo.com
Fecha: 05/29/19